En 1983, Ed Yardeni, economista en jefe de Prudential Securities acuñó el término de los Bond Vigilantes, para describir el comportamiento de los inversionistas de bonos y su papel como Vigilantes del gobierno conforme a su manejo de la deuda y la política monetaria.
El significativo movimiento en las tasas de interés de largo plazo que hemos presenciado desde mediados de septiembre de 2024 no es otra cosa más que el mercado exigiendo mayores premios a un emisor endeudado y sin planes claros para reducir su endeudamiento de manera creíble. El déficit americano toca uno de sus puntos más críticos de los últimos 20 años y el peor después de COVID.
La posición de negociación del Gobierno Americano no es la mejor, por un lado, tasas de interés mas atractivas corren el riesgo de ahogar la economía y aumentar el pago de intereses, destino que ya hoy significa el tercero en importancia, incluso superando al gasto en defensa.
La solución del problema no tiene fórmula mágica y solo hay dos opciones: 1) Mayor Crecimiento que represente mayor recaudación o 2) Menor gasto, medicina amarga que si bien soluciona el problema, también tiene consecuencias negativas en crecimiento y por lo tanto políticamente poco atractivas. Hasta hoy los ajustes propuestos parecen poco relevantes para el tamaño del problema.
La retórica del nuevo gobierno y el estilo de Donald J Trump no parecen ir muy acordes a la opción 2. Mas bien suena a que intentará animar los espíritus americanos lo suficiente para patear el problema a administraciones posteriores.
Durante 2025 vencen casi 7 trillones de bonos americanos que necesitarán ser re financiados. A que nivel y a que plazo los vigilantes los aceptarán? Que consecuencias tendrán los niveles exigidos en el resto de los activos financieros?
Texto: Richard Ramírez
Gráficas: Fernanda Cruz
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